jueves, 14 de mayo de 2009


Por su incidencia en el tema de los Hackers, me ha parecido interesante hacer un resumen de la información publicada en la sección EP3 del diario El PAIS del viernes 8 de Mayo de 2009. El documento lo firma MARIA OVELAR.

Sigo pensando que es muy necesario observar todas las medidas de seguridad, principalmente de privacidad, que las tecnologías ponen a nuestra disposición para poder introducirnos con garantías en el espacio virtual.

El articulo comienza hablando de los Hackers cuando éstos eran generalmente personas con ansias ilimitadas de aprender y compartir la información. Bill Gates en 1988 llegó incluso a considerarlos beneficiosos para la industria informática, pues con sus incursiones, ayudaban a las grandes empresas e incluso a Instituciones del Estado (ejemplo Pentágono en EEUU) a corregir sus fallos de seguridad. Pero como dice el articulo, “ya no quedan románticos”.

La última acción perniciosa la constituye el gusano Koobface que tenía por objeto conseguir claves de acceso a cuentas bancarias y otros datos. Señala el articulo, que unos 200.000 usuarios de Facebook o MySpace se han visto afectados.

Con la aparición, hacia 1995, del comercio electrónico en Internet y con él, el factor económico, desaparecen los comportamientos altruistas en la red. Más tarde hacia el año 2000, con la aparición de PayPal que revolucionó las transacciones comerciales, aparecieron alrededor del dinero, la picaresca, las trampas y los timos.

Los Hackers antes se justificaban diciendo que querían poner a prueba los sofisticados sistemas de protección de las grandes empresas y de organismos como la NASA. Ahora crean códigos virulentos que luego venden. Señala Maria Ovelar que no se sabe quienes son los compradores, pero el hecho es que estos códigos son capaces de tambalear un Estado y de poner en graves aprietos a empresas. La realidad es, que algunas entidades contratan “ciberdelincuentes” para perjudicar a la competencia.

Ahora las victimas de los Hackers son los débiles, los que antes eran protegidos: los internautas. En 2008 se contabilizaron 23 millones de ataques, más que los once años anteriores. Los lugares preferidos de actuación son las comunidades virtuales. Se roban datos que se venden en una especie de mercado negro. En el trabajo de Maria Ovelar se dice, que los dígitos de una tarjeta de crédito se cotizan entre 5 y 23 Euros. La clave de un e-mail puede obtenerse por 75 Euros y los datos de una cuenta bancaria unos 750 Euros.

Otro aspecto peligroso lo constituyen los videojuegos on-line, en los que participan millones de usuarios. Estos juegos permiten vivir otra vida en el espacio virtual. Son adictivos. Incluso apagando el ordenador algunos siguen activos. El negocio mueve más de 780 millones de Euros al año.

A su alrededor surgen economías sumergidas como las gold farms de China. Según el articulo, son semejantes a los cibercafés, pero con literas. Los usuarios viven permanentemente en ellas, jugando sin parar al WoW.

Alguien se pregunta si ¿acaso no quedan héroes con fines éticos en la informática? Daniel Gutiérrez profesor de Ingeniería de Telecomunicaciones opina que aunque ya no es como en la década de los noventa, todavía quedan “gurús” como es el caso de Richard Stallman, creador del GNU/Linux. Todavía quedan seguidores del software libre y sin licencia, en un mundo que quieren que sea altruista y prometedor.

La realidad es que la capa que separa al Hacker del delincuente es en extremo delgada. Unos quieren compartir otros enriquecerse.

jueves, 23 de abril de 2009

¿Estamos dispuestos a compartir el conocimiento?

Nicolás Gopérnico Galileo Galilei


"El conocimiento no sirve, si no se aplica”. (Goethe)


Cuando me conecto al ordenador y a través de la pantalla accedo al espacio virtual, pienso en la gran magia que hacen las nuevas tecnologías.

Este pozo sin fondo, que es el espacio virtual, es posible gracias a los desarrollos que en 1973 comenzó el Departamento de Defensa de EEUU en su Agencia de Programas Avanzados de Investigación y que dio lugar a la red ARPAnet y a los desarrollos del World Wide Web en 1989 del inglés Timothy Berners-Lee. Estos son los pilares de Internet, que permiten mediante avanzados sistemas de comunicación, interconectar redes de ordenadores y consecuentemente acceder a sus bases de datos.

Este principio tecnológico ha dado lugar en multitud de empresas, a la creación de redes internas, Intranet, en las que la información de sus bases de datos corporativas esta disponible para el uso exclusivo de los miembros de la Organización.

En este contexto quiero hacer unas reflexiones acerca de cómo en muchas empresas se ha sublimado la información y se ha derramado en forma de conocimiento a través de su estructura organizativa. Este proceso no ha estado exento de dificultades. Las Direcciones de las empresas además de hacer frente a las inversiones adecuadas, para disponer los recursos técnicos necesarios, han tenido que organizar medidas encaminadas a la motivación del personal, reticente inicialmente a dejar parte de su conocimiento y experiencia en la red:
Resistencia al cambio.

Es humano querer retener la información y que lo que sabemos no trascienda más allá de nuestro ámbito personal. Somos celosos de nuestros conocimientos y experiencias profesionales y egoístamente pensamos que perdemos poder y/o estatus si son conocidos por otros.

En una empresa las personas, en el ejercicio de su función, generan una ingente cantidad de información. Desde la aparición del ordenador personal y su disposición en el puesto de trabajo, hay almacenados en ellos, multitud de proyectos, estudios, informes, experiencias, etc.

¿Se derrama este conocimiento local a través de las organizaciones? Si la empresa es de ámbito internacional, ¿por qué, un ingeniero en Kuala Lumpur que se enfrente a un proyecto por primera vez, tiene que empezar de cero, si el mismo proyecto o parecido ha sido ya resuelto por otro ingeniero de la empresa, que tiene su puesto de trabajo, por ejemplo en Estocolmo? ¿Por qué estar siempre inventando la rueda?

Para poder compartir este conocimiento hay que empezar identificando aspectos, como la potencia cognoscitiva, las habilidades, la experiencia y la capacidad de automotivación de los componentes de la Organización.

Será necesario además, disponer de la estructura organizativa adecuada, para transformar el conocimiento disponible en conocimiento susceptible de ser utilizado por otros. Hay que integrar informaciones de distintos orígenes y hay que vigilar la validez de los conocimientos, ya que éstos, no son estáticos y están evolucionando continuamente.

El conocimiento, mal puede compartirse, si el que lo posee no tiene la voluntad de facilitarlo. También existe el caso inverso. Algunos desestiman los conocimientos y experiencias de otros, solo porque no son ellos los inventores y están dispuestos a inventar otra vez la rueda. De aquí que sea necesario disponer un sistema de motivación en ambos casos, para romper estas dos barreras. Un sistema que recompense de alguna forma tanto la aportación de experiencias, como la utilización de las ya registradas.

La cultura de empresa, afecta a la Gestión del Conocimiento. Son necesarias unas buenas relaciones entre todos los miembros, una mentalidad abierta, para que se implante con éxito compartir el conocimiento. En definitiva, debe existir en la organización una cultura dominante, con la que se identifiquen la mayoría de sus miembros. Deben ser conscientes de pertenecer a una organización extensa y no solo identificarse con su tipo de trabajo o clase de conocimientos.

Siendo el conocimiento, después de las personas, uno de los activos más importante en cualquier colectivo humano, es necesario hacer un esfuerzo para adquirirlo, representarlo, conservarlo y administrarlo. Para ello, siempre habrá pues, que dedicar recursos humanos y técnicos. La Gestión del Conocimiento tiene pues, unos costes, pero no hacerlo cuesta más. ¿Podemos decir cuanto cuesta el que un empleado no sepa contestar en un momento determinado a un cliente? ¿O, que por falta de conocimiento suficiente, tome una decisión equivocada?

En nuestros estudios de Humanidades utilizamos con toda naturalidad, plataformas, foros de discusión, grupos virtuales de trabajo, correo electrónico, etc. que contribuyen a que se derrame el conocimiento y todos podamos empaparnos y beneficiarnos de él. Pero esto ha sido posible, además de a los desarrollos técnicos, a un esfuerzo de la voluntad para vencer la inercia que se resiste al cambio, a soltar algo con lo que nos encontramos seguros, sin antes habernos afianzado en lo nuevo.

Yo sigo maravillándome cada vez que me conecto al ordenador y veo como en la pantalla aparecen suspendidos textos, dibujos, sonidos, imágenes, etc. Todo ello en un soporte único, en forma de ceros y unos, y a través de circuitos, redes, servidores, aparecen milagrosamente ante mi vista.









lunes, 30 de marzo de 2009

Atención a las contraseñas




Adivinamos su contraseña: ‘1234’
http://www.elpais.com/suple/ciberpais/

Con este título, Mercé Molist presenta en la sección CiberP@is del 26 de marzo de 2009, un trabajo que encuentro no solo interesante sino muy ilustrativo. Llama la atención sobre la conveniencia de emplear palabras de paso para movernos por la Web y del tratamiento de las mismas.

No voy a tratar de repetir lo que ya se expone en el trabajo, solamente recojo unas cuantas recomendaciones fruto también de mi pasada actividad profesional. En mi trabajo, cualquier vulneración de las normas que la empresa tenía sobre seguridad en los accesos a los equipos informáticos, podía ser motivo de falta grave.

Sin previo aviso se llevaban a cabo auditorías, para comprobar el cumplimiento y eficacia de las medidas de confidencialidad establecidas.

Las palabras de paso para conectarnos a los ordenadores, plataformas, portales, etc. deben tener al menos ocho caracteres. No deben referirse a nombres de personas, lugares comunes, palabras del diccionario, secuencias de números o fechas como cumpleaños, aniversarios, etc. Se debe dar una secuencia de caracteres en la que intervengan letras mayúsculas, minúsculas, dígitos y caracteres especiales. No se recomienda usar una única palabra clave para acceder a las distintas plataformas, a no ser, que se utilicen servicios de identificador único.

Se recomienda cambiar con cierta frecuencia la palabra de paso. Existen procedimientos de software, que obligan al usuario a cambiar la palabra de acceso al ordenador. Se puede ajustar la frecuencia de cambio y los correspondientes avisos, que alerten de la proximidad de la fecha de caducidad de las contraseñas .

Las palabras clave son personales e intransferibles, no se tendrán a la vista, pegadas con “pos-it” en el ordenador o debajo del teclado, ni en un archivo en nuestro PC. Se teclearan discretamente. En el mismo artículo de Mercé Molist se ofrecen alternativas para su almacenamiento protegido.

Guardamos en nuestros ordenadores mucha información sensible. Las medidas de seguridad y confidencialidad son a veces engorrosas y costosas, pero más costoso es que hagan un uso fraudulento de nuestros datos personales o de los de la Organización en la que estemos trabajando.

Carlos Sánchez Montoro

lunes, 16 de marzo de 2009

Nuevo motor de búsqueda (Internet)

Fuente:
EL País sábado 7 de marzo de 2009
Otra intentona contra Google
David Alandete
(Washington)

Haciendo abstracción de la casuística empresarial a la que hace referencia el articulo, considero interesante el nuevo buscador anunciado por Microsoft y que quiere superar a nuestro conocido Google.
Según las noticias leídas, el nuevo buscador aspira a ser el gran motor de búsqueda semántica de la red. Su nombre es Kuomo, que en japonés significa nube o araña, pero en otros idiomas es una palabra que carece de significado.
Tecnológicamente parece ser más avanzado que Google, que se basa en un complejo sistema de tablas indexadas con punteros que señalan a las diferentes páginas. Por el contrario la búsqueda de Kuomo es semántica. Entiende y construye frases.
Cuando con Kuomo preguntemos: ¿De qué color es el cielo?, nos ofrecerá aquellos documentos en los que se diga “El cielo es azul”, en vez de suministrarnos las páginas que contengan la pregunta del ejemplo.

No obstante lo revolucionario del buscador, algunos piensan que Google esté tan arraigado entre los internautas, que resultará costoso que se adapten a otra filosofía de búsquela. La resistencia al cambio está siempre presente.



jueves, 12 de marzo de 2009

Nueva Biblioteca de Alejandría



Hago un pequeño resumen del articulo que, desde Nueva York, escribe para EL Pais Barbara Celis y que se publicó en ese diario el 5 de marzo de 2009 bajo el título: "Micropantalla para un libro digital sin límites".


Como puede leerse en el articulo, todavía no se sabe, cual será el soporte para leer los textos del futuro. No cabe duda que las empresas del sector estan dedicando enormes esfuerzos en investigación, para conseguir resultados que faciliten la utilización generalizada del libro electrónico. Como en otros sectores tecnológicos, no cabe duda que la tecnología irá mejorando cada vez más y las empresas se esforzaran por ser cada vez más competitivas.


Pero al margen del desarrollo tecnológico que no dudamos seguirá deparando novedosos avances, empiezan a surgir otros problemas que afectan a la gestión y desarrollo del negocio del libro y que no cabe duda que habra transformaciones en cuanto a la comercialización de los libros.


Así, el articulo cita el anuncio que hizo Google en 2004 de crear una nueva versión de la biblioteca de Alejandría online. Su intención era hacer accesibles, de forma gratuita, todos los libros del mundo en todos los idiomas. Pero como dice el mismo articulo, el 75% de los libros tienen copyrights. Se entra así en un campo en el que hay que tener muy en cuenta los distintos derechos e intereses. Surge así, la pregunta sobre la autoría del libro. Además del escritor, hay más instancias que de alguna forma ejercen algún derecho sobre esta idea inical de Google. Según nos comenta el articulo, un juez ha decretado que también habría que pagar por escanear el libro. Probablemente la intención de Google sea utópica, pero no cabe duda que con el tiempo, el acceso a los libros podrá ser más económico para los lectores, sin menoscabar los derechos de las instancias afectadas por la utilización de las nuevas tecnologías.

jueves, 5 de marzo de 2009

Aristóteles


Encuentro confortadora la lectura del articulo de Elisa Silió publicado en el diario EL PAIS, el lunes 2 de marzo de 2009, bajo el título: "ARISTÓTELES director estratégico".


Cada vez más, va calando en la sociedad la importancia y la necesidad de los estudios de Humanidades. A mi juicio, el conocimiento de las distintas corrientes de pensamiento de los que nos han precedido, además de proporcionar una visión de las transformaciones sociales que se han ido sucediendo a lo largo de la Historia, ayudan a comprender al otro en nuestro presente y a encarar, con una disposición abierta al entendimiento, las transformaciones que sin duda se avecinan.


Probablemente hemos reflexionado alguna vez, sobre lo mucho que la Humanidad se ha desarrollado en el orden técnico y científico y naturalmente nos congratulamos de ello. Pero creo, que desde un punto de vista moral y ético se podría haber hecho más.


En el mudo de la empresa, de los negocios, son necesarios los conocimientos técnicos, pero igual de importantes son las capacidades que se tengan para relacionarnos con los otros, no podemos vivir aislados en una burbuja. Muchas son las empresas que dedican recursos, para fomentar, principalmente entre sus mandos, unas relaciones propias de humanos. Desde hace tiempo se busca la excelencia en todos los aspectos y de forma muy especial en lo que se refiere a potenciar la satisfacción de los empleados.


A mi juicio, la visión que se obtiene con el estudio de las Humanidades es idónea para desarrollar en el mundo empresarial la mejora de las relaciones laborales.